Un espejo ‘social’ para mirarse
La imagen que se refleja en el espejo ‘social’ en el que se ha convertido Cáritas nos muestra una sociedad ‘tocada’ por la crisis económica en más de un frente que ha obligado a miles de ciudadanos a llamar a la puerta de organizaciones sociales y humanitarias para poder cubrir necesidades tan básicas como la alimentación, la vivienda, la educación y la salud.
Cáritas Burgos atendió el pasado año a 6.814 personas y realizó a través de sus servicios en toda la Diócesis 17.451 intervenciones, lo que supone un incremento del 55% respecto a 2008. El 1,82% de la población de Burgos ha tenido que recurrir en el último año a esta organización, en la que personas y familias sin recursos, sin acceso al empleo, y con situaciones muy diversas encuentran respuesta temporal a su problemática.
Recordaba el delegado episcopal para Cáritas Burgos, Andrés Picón, en el acto de presentación de la memoria de 2009, que hay servicios, como los de atención a personas sin hogar y apoyo a familias con especiales dificultades y a menores, que Cáritas ofrece a la sociedad, aún siendo obligación de las administraciones prestarlos. “Estos servicios, tradicionalmente, los estamos realizando desde Cáritas a través de convenios con los ayuntamientos, pero son obligación municipal”, apuntó Picón, de ahí que estén fuera de todo lugar las críticas que cada cierto tiempo surgen desde distintos ámbitos a la financiación pública a esta organización.
Cáritas, no lo olvidemos, presta servicios que debería prestar el Ayuntamiento o la Junta. Cáritas llega donde no llegan los demás, y para poder seguir desarrollando sus programas necesita, inexcusablemente, de la colaboración económica de las administraciones.
La coyuntura de crisis continúa y en lo que va de 2009, Cáritas Burgos no detecta signos de mejoría. “La demanda sigue aumentado, sobre todo la de familias”, confirmó Picón.
Publicado el 4 de junio de 2010 a las 00:00.