Esclavitud en las viñas
Archivado en: Sucesos, Guardia Civil, Esgueva, Ribera, trata de seres humanos, trabajadores
Pensaba que la esclavitud había acabado hace ya tiempo, pero cada día nos encontramos ante situaciones que nos obligan a pensar lo contrario, y no solo eso, sino que acontecen en nuestro entorno más próximo. No tenemos que mirar hacia determinados países del Tercer Mundo, porque en el nuestro, en el llamado Primer Mundo, el que se supone civilizado, las tenemos a la vuelta de la esquina.
Hoy conocíamos que la Guardia Civil de Burgos ha detenido en un pueblo de la comarca del Esgueva y en otro de la Ribera a seis personas como presuntos autores de trata de seres humanos y contra los derechos de los trabajadores.
En una primera vivienda dormían ocho personas que trabajaban para los detenidos y en una segunda malvivían hacinadas otras once personas, encontrando la Policía hasta ocho en una misma habitación. A algunas de las víctimas de este grave delito -en España casi siempre vinculado a la inmigración-, les habían retirado la documentación personal y trabajaban habitualmente en labores del viñedo en La Ribera, recibiendo como única remuneración una paga de 20 euros mensuales, alguna que otra prenda de vestir y la manutención.
Los detenidos, hombres y mujeres, tienen entre 19 y 62 años y vínculos familiares entre ellos. Desconozco si forman parte de una red internacional dedicada a la trata de seres humanos, como suele ser lo habitual en formas de explotación sexual y laboral, supongo que no, que serán esos vecinos de toda la vida, pero con su comportamiento han demostrado que la justicia social y el trabajo decente no entra en su ética personal.
La trata de seres humanos, cualquiera que sea su motivo -explotación sexual o laboral-, constituye una grave violación de los derechos humanos y se ha convertido en la nueva versión de la esclavitud del siglo XXI. Y como decía al principio, la encontramos a la vuelta de la esquina.
Publicado el 10 de marzo de 2010 a las 23:00.