Pasan las temporadas y son múltiples las actividades deportivas que hemos realizado en cada una de ellas, compartiendo gran parte de nuestro tiempo con compañeros que nos han apoyado o zancadilleado. A algunos los recordamos con nostalgia, a otros simplemente los recordamos, mientras que a otros incluso los olvidamos, pero ¿a quién y porqué los recordamos u olvidamos?
Esta reflexión surge tras un reencuentro hace algunos días con un entrenador del que personalmente he aprendido mucho, pero del que mi ciudad guarda especial cariño por el éxito deportivo que trajo. Durante esos días, se recordaron anécdotas, historias, reafirmándose una y otra vez el gran grupo humano que se creó, que forjó relaciones que perduran en la actualidad y con un pensamiento un tanto soñador de volver a reunirse para seguir ahondando en aquel año glorioso, sin embargo nadie se acordaba de las lesiones, de los que abandonaron, de algunos de los muchos problemas, etcétera. Esto demuestra mi teoría de que los buenos momentos son aquellos que perduran en nuestra memoria selectiva y que rechaza con el tiempo todo aquello negativo que nos sucede.
Este ejemplo, debería llevarnos a todos a reflexionar sobre cuales son aquellas personas que a lo largo de nuestra trayectoria deportiva aún tenemos en nuestra memoria, o aquellas con las que mantenemos aún una buena relación a pesar de no estar vinculados ya a la misma entidad deportiva. Pasarán los años y nos encontraremos con aquel compañero con el que vivimos un ascenso, un título, un campeonato o torneo y nos sentaremos en un bar a recordar aquellos momentos acompañados de unas cervezas. Sin embargo, nos encontraremos con aquel compañero con el que conseguimos un descenso, un gran fracaso, una fuerte derrota, y posiblemente haya un breve saludo para actualizarse.
Desde el punto de vista inverso, se puede abordar el tema de que al final los buenos grupos humanos son los que te llevan al éxito deportivo, podemos ver claramente como las selecciones españolas de fútbol o baloncesto mantienen un relación fenomenal y es la que les ha llevado a conseguir tantos éxitos deportivos, pero ¿y si son los éxitos los que han creado ese grupo?
En fin, esto es tan solo un breve reflexión, y animo a todos a que mientras vivamos un presente debemos esforzarnos en conseguir pequeñas victorias, que afiancen un grupo humano y con ello conseguiremos grandes éxitos que supongan amistades longevas y recuerdos de por vida.
Publicado el 25 de noviembre de 2011 a las 17:00.