Jacques Tati, resucitado y animado
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Jacques Tati fue un genio absoluto, quizá desde Chaplin ningún otro director-actor ha sabido interpretar el cine como él. Diversión, ternura y crítica son los tres ingredientes básicos de toda su obra. Por desgracia su filmografía es muy corta, sólo dirigió seis películas (y varios cortos). Su muerte, hace 30 años, nos dejó huérfanos de un tipo de cine que nunca se volvería a repetir hasta ahora que, Sylvain Chomet, un director francés, rescató un viejo guión de Tati escrito en los 50.
Chomet se hizo mundialmente famoso con la cinta de animación Bienvenidos a Belleville. Es un fan de Tati y tras una reunión con la hija de el maestro francés consiguió la aprobación de esta para que rodase el guión de su padre, ya que consideraba que su estilo de animación era el adecuado para resucitarlo.
El ilusionista se convirtió en todo un éxito y triunfó en todos los festivales por los que pasó, incluso fue nominada al Oscar a la mejor película de animación. Este mes por fin la podremos ver en España.
La acción transcurre en el Londres de los 50 y básicamente nos cuenta las andanzas de un mago clásico que recorre la ciudad ofreciendo su espectáculo. Pero su vida cambia cuando conoce a una niña.
Jacques Tati fue un visionario, su particular lucha contra la deshumanización se adelantó varias décadas a la que nos ofrecieron otros directores. La estética de sus films es inconfundible, ya sea en blanco y negro o en el color más explosivo. El contraste entre la vida moderna y la tradicional, entre las formas rectas y las torcidas queda patente en Mi tío, su obra maestra y el más famoso de sus films. También son inolvidables Las vacaciones del señor Ulot y Día de fiesta.
Publicado el 6 de octubre de 2011 a las 12:30.
