Warren Beatty. Parte 2: ¡¿Ishtar?!
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Como decía, Beatty era un autor total. Quizá la personalidad más admirada, reputada y envidiada de todo Hollywood. Los críticos, el público y las mujeres lo adoraban. Lo tenía todo.
Así que después de Rojos, Beatty se tomó un merecido descanso de seis años. Es un misterio saber a que se dedicó en todo ese tiempo. Lo lógico sería pensar que estuvo planificando minuciosamente su nuevo proyecto. Que tras el éxito de Rojos estaría diseñando una gran obra que la superase.
Pues no, Warren Beatty debió de estar seis años tomando drogas duras o algo así, porque sino no se entiende que después de tanta espera hiciese... Ishtar. Buff, ¿que decir de Ishtar? Pues que es la típica comedieta norteamericana de los 80, flojilla y con pocos chistes salvables. No hubiese pasado nada si los protagonistas fuesen Bill Murray y Dan Aykroyd o Steve Martin y Chevy Chase. Pero ¡Warren Beatty y Dustin Hoffman!, dos de las estrellas de mayor reputación a nivel mundial, ¡incomprensible! No contento con un regreso tan surrealista, Beatty también produjo la película. ¿Qué vería en este estúpido guión? ¿Como alguien tan perfeccionista con todos los proyectos en los que participa, hizo esto?
La peli fue el mayor fracaso de la temporada, costó unos estratosféricos 55 millones de dolares y recaudó 14. La crítica se cebó con ella y estuvo nominada a tres Razzie, ganando el de peor director.
La humillación que sufrió Warren fue total. Para alguien que solo conoce el éxito, tener un fracaso tan colosal debió de ser muy doloroso.
¿Qué iba a hacer ahora Beatty? ¿Cómo recuperar el prestigio perdido? Pues de una manera un tanto insólita: dirigiendo y protagonizando Dick Tracy. Fue un éxito y no esta nada mal, pero es un tanto atípica en la carrera de Beatty. Una adaptación de un cómic, con una estética tan cómic... no se, a mi se me hace raro. Pero lo dicho, fue un éxito, es entretenida y curiosa.
Bugsy (1991) fue el último éxito de taquilla en la carrera de Beatty, donde interpreta a un personaje que le va como anillo al dedo, una especie de Clyde Barrow avejentado. Obtuvo ocho nominaciones al Oscar y se hizo con dos menores.
A partir de aquí la carrera comercial de Warren se fue al traste. Una cuestión de amor es malísima y nadie la vio. Bulworth (1998) es su última gran obra maestra. Una sátira política desternillante, a ritmo de rap, que nadie debería perderse, pero por desgracia todo el mundo se la perdió. Esta fue la última vez que vimos a Beatty como director y guionista.
Su última peli fue un fracaso de las dimensiones de Ishtar. Enredos de sociedad costó 90 millones de dolares y recaudó 10.
Desde entonces, nuestro protagonista no ha hecho nada de nada. ¿Se habrá retirado definitivamente al verse incapaz de conectar con el publico actual? O, de lo contrario, ¿estará planificando su gran y definitiva obra? Ojalá sea lo segundo.
Publicado el 28 de septiembre de 2009 a las 12:15.