Recomendación: "Uno, dos, tres" (1961)
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Billy Wilder, ¿por qué no habrá otro como él? ¿Por qué nadie sabe dirigir una comedia como lo hacía él? Parecía tan fácil, pero no lo era. Casi todos los que hacen comedia hoy en día son unos negados. O intentan hacer su gran obra, cómica y profunda a la vez, por lo general con lamentables resultados. O simplemente caen en la gracia fácil, en el chiste aislado y efectista.
¿Por qué es tan difícil hacer una buena comedia? Seguro que Billy Wilder lo sabía, pero por desgracia murió hace diez años y con él se llevó el secreto de la risa.
En Uno, dos, tres todo es perfecto, todo encaja, todo es divertido, todo es genial. Es sin duda una de las mejores comedias de todos los tiempos y una de las mejores películas de Wilder (a mi me gusta más que El apartamento o Con faldas y a lo loco). Da igual que la veáis diez veces o más (yo lo he hecho) siempre entretiene, siempre hace reír.
La acción transcurre en Berlín, en plena guerra fría. C.R. MacNamara es el máximo representante de Coca cola para Alemania y su trabajo es lo único que le importa hasta que recibe como invitada a la hija de su jefe. Entonces su tranquila existencia dará un vuelco cuando la chica se enamora y decide casarse con un comunista.
Parte de la culpa de tanta perfección la tiene James Cagney. ¡Qué interpretación! ¡Sublime! ¿Como puede hacerlo tan bien? Además, es un reconocido actor dramático, así que el giro que da a su registro interpretativo es total, asombroso y maravilloso. ¡Un crack!
Ojala hoy en día pudiésemos ver algún atisbo de la genialidad que tenía Wilder en algún director. Pero cada día que pasa parece más difícil, así que habrá que resignarse y pensar que nunca habrá otro Billy Wilder.
Publicado el 10 de abril de 2012 a las 17:00.