No son ni una, ni dos, ni tres las ciudades que se quedan vacías en verano. Capitales de provincia y otras de mayor y menor tamaño en las que los vecinos parecen huir en cuanto llegan las vacaciones. No sucede así en Ávila, que en el mes de julio adquiere una nueva identidad y da la bienvenida a numerosos estudiantes que se mezclan con los turistas.
Los cursos de verano de la UNED, que comenzaron el 6 de julio con la intervención inaugural de la experimentada periodista Rosa María Calaf, son un revulsivo para la ciudad. Como apuntó el director de la UNED, Juan Antonio Gimeno, constituyen el buque insignia de la programación estival de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Avalan esta teoría el número de alumnos, que en la primera semana superó los 600 y los 26 cursos que se imparten, 19 en la capital y el resto en El Barco de Ávila. Una programación de lo más variada que atrae cada año a cientos de estudiantes y profesionales de diferentes especialidades que acuden a la ciudad en busca de más conocimientos.
Otros que se han ganado el calificativo de veteranos son los cursos que la Universidad de Salamanca imparte en el campus de Ávila, sin olvidar los que organiza la Universidad Católica de Ávila y los Cursos de Formación de Historiadores, organizados por la Fundación Sánchez-Albornoz -cuatro este año-, con la particularidad de que el 8 de julio se cumplieron 25 años del fallecimiento del historiador.
Más allá del apartado educativo, el panorama cultural viene marcado por las Noches y Almenas, sin olvidar las Fiestas de Verano, con una incorporación de última hora, el cantautor Joan Manuel Serrat, y más cercano en el tiempo ‘Músicos en la Naturaleza'.
Aprovechar los atractivos de una ciudad estratégicamente bien situada, accesible y acogedora para atraer profesionales y estudiantes es una buena baza, sobre todo teniendo en cuenta que el turismo, salvo al parecer el rural, también se resiente en época de crisis.
Publicado el 10 de julio de 2009 a las 10:00.