El empleo: un derecho que escasea
Aquí los únicos que trabajan más en época de crisis y tienen garantías, a este paso, de seguir haciéndolo son los abogados de oficio. Demagogias aparte, al varapalo de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que situán a la provincia en el 26 por ciento de paro, se suma la cifra publicada por el Servicio Público de Empleo Estatal, que sitúa a Ávila frente a la tendencia regional y nacional como la única provincia de la Comunidad donde el paro subió en mayo, en 104 personas -un 0,70 por ciento- con respecto al mes de marzo.
La Semana Santa, que alivió los datos del desempleo en otras zonas, no consiguió aplacar el aumento del paro en la provincia. La crisis está haciendo su agosto en Ávila, como se puede observar echando un vistazo a lo que nos rodea: en las últimas semanas, a las manifestaciones y concentraciones de Nissan -donde tras intensas negociaciones se alcanzó un acuerdo por el que la empresa mantiene una plantilla de 501 trabajadores en Las Hervencias con el compromiso de recolocar a los 62 “excedentes” en el plazo máximo de un año- se suman las de otras empresas en difícil situación, en un goteo incesante que pérdida de puestos de trabajo, la mayor parte de forma traumática para el trabajador.
Eso sin contar los autónomos. Y las elecciones a un paso. Si fuese un ciudadano que hace cola en el INEM me preguntaría cómo diantres los políticos y sus asesores no han conseguido, a estas alturas de la película, ejecutar medidas y acciones eficaces para paliar esta situación.
La crisis de 2009, que sin duda alguna pasará a la historia como un año de gran recesión y que comenzó en el sector financiero, es ya una crisis social, con dos tipos de “castas” que pesan como una losa en la sociedad: empleados y desempleados.
Una época difícil y convulsa que ha sembrado de desconfianza al ciudadano con respecto no sólo a su propio bienestar y situación personal, sino también con respecto a sus representantes.
Una confianza que la clase política debe volver a recuperar con grandes aciertos. Dejando a un lado las discrepancias y el oportunismo, urge acometer reformas, más allá de críticas estériles. Unos por otros, y al final la casa sin barrer.
Publicado el 7 de mayo de 2010 a las 09:00.