Archivado en: Alquiler, Ávila, Crisis económica
Los hay que trabajan para vivir y otros que viven del trabajo de los demás.
Érase una vez una joven propietaria que decidió alquilar su primera vivienda a un matrimonio también joven, con hijos, y lo único que recibió como contrapartida y como alquiler fue la fianza. Estuvo diez meses con okupas legales en su casa. No era la primera vez, al parecer, que la feliz pareja obraba así. Como si aprovechasen los resquicios legales y los vacíos existentes, así como la buena fe en este caso del arrendador, para ir tirando unos meses, hasta que legalmente el entuerto se soluciona. Esto es, se procede al desahucio y santas pascuas.
No sucedió (y sucede) en Madrid, Barcelona o Londres. Sucedió (y sucede) en Ávila.
No sé cuál será la moraleja del tema o si la crisis hace agudizar los sentidos. Lo suyo sería que fuesen los de todos.
Publicado el 6 de julio de 2009 a las 19:15.