Fotogenia de palo
Archivado en: Photoshop, Ralph Lauren, Gran Hermano, medios de comunicación, revistas, moda
Las niñas ya no quieren ser princesas. Como mucho, si no concursantes de Gran Hermano, modelos, actrices u (¡horror!) famosas.
Hasta aquí, todo normal. Ha nacido una nueva tiranía, la de ser más que perfectas. Hago un repaso, tras la polémica desatada, o más bien agravada, del anuncio de Ralph Lauren como la modelo Filippa Hamilton con un cuerpo de niña, retocada con Photoshop. No es el primero.
Del retoque de luz y color se ha pasado a definir cinturas de avispa, devolver a la más tierna adolescencia -o infancia- a mujeres mayores de 50 años con el cutis de un bebé que ni con litros de botox. Imágenes irreales que pasan por reales. Y ahí está el problema. Ahora que vamos consiguiendo superar lo de mujer-florero inventamos una realidad que trasciende como tal.
A la pregunta de ¿operada o natural? se suma ahora ¿exceso de Photoshop? Como siempre, la herramienta no es la culpable, si no, como en un sinfín de cosas, el uso que hacemos de ella. Falta sentido común, no digo ya autorregulación que suena a censura, entendida como compromiso responsable y conocimiento de la importancia de los medios de comunicación en la sociedad.
Publicado el 14 de octubre de 2009 a las 20:15.