Salamanca, a tiro de piedra
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La capital salmantina está más cerca que nunca. En el mismo lugar, eso sí, aunque los adelantos de la técnica la han acercado sensiblemente.
La puesta en servicio del quinto tramo el viernes 26 de junio, entre las localidades abulenses de Chaherrero y Narros del Castillo, eleva a 90 los kilómetros de autovía en servicio entre Ávila y Salamanca. Los cinco kilómetros que restan para completar la A-50, entre los términos municipales salmantinos de Villar de Gallimazo y Encinas de Abajo, se inaugurarán previsiblemente la primera quincena del próximo mes de julio. La autovía, que comenzó a construirse en 2003, ha contado con una inversión de 220 millones de euros.
Tras acumular varios retrasos aunque “todas las obras dentro del Plan de Infraestructuras tienen como horizonte máximo de puesta en servicio el año 2010”, en palabras del entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, es ya una realidad que supone, además de la modernización de la la Red de Carreteras del Estado y más seguridad para los usuarios, según el subdelegado del Gobierno en Ávila, César Martín Montero, más rapidez en los desplazamientos y la mejora de la ya de por sí óptima situación geoestratégica de Ávila.
La apertura de la autovía no sólo nos acerca a Salamanca, sino que aproxima Madrid a Portugal a través de Ávila. Un eje fundamental para el desarrollo que, por el camino, beneficia a la provincia, más aún teniendo en cuenta el estado de las comunicaciones que parten por ferrocarril desde Ávila.
No cabe duda de que autovía de la Cultura, como algunos han acertado a denominar, mejorará la calidad de los desplazamiento de muchos abulenses que a diario viajan a Salamanca, una de las ciudades, junto con Madrid, que más traslados registra.
Publicado el 26 de junio de 2009 a las 10:00.