Qué curioso, Ander, casi tuvimos esta misma conversación antes de irme de viaje. Efectivamente yo también creo que la foto sin el pie no es periodismo. Y es algo que me preocupa bastante.
Yo soy periodista, no fotógrafo. Y si acaso algún día seré fotoperiodista. Respeto mucho la profesión de los fotógrafos, ellos poseen conocimientos, técnicas y estudios que yo desconozco. Conozco la técnica y el arte de la foto, pero en un ámbito muy reducido: el periodismo. NO sé hacer fotos. NO se hacer fotos de estudio, ni de publicidad, artísticas, ni siquiera de viajes turísticos. Para eso hay que estudiar fotografía. Y para otras muchas más cosas.
Yo uso la foto como uso el papel y el boli. Al servicio de una historia. Es cierto que a veces hace falta un pie de foto corto y otras más largo. A veces hasta un libro. Otras un puñado de palabras. Eso es el fotoperiodismo, contar historias con imágenes. Pero se deben contar de forma honesta. Una foto por si misma cuenta una historia sí, pero no la explica. La historia como en el caso de esta foto es la película que cada uno se ha montado, no la que hay de verdad. Esa es la que tenemos que explicar.
Además en el fotoperiodismo conviene separar bien dos conceptos: una fotografía bonita y una fotografía buena. Son terminos que pueden coincidir o no. Las fotos bonitas, las postales, no sirven si no son además buenas contando una historia.
Últimamente estoy fascinado con el trabajo de Alixandra Fazzina, una fotoperiodista británica que este año ha ganado el premio Nansen del ACNUR. Esta fascinación me llevó a compar su libro 'A Million Shillings - Escape from Somalia'.
Este libro, en teoría de fotos, es el resultado de dos años de la vida de la autora dedicados a las migraciones ilegales desde Somalia a la península arábiga. Muchas fotos, muchas, muchas, están desenfocadas, muy oscurar, borrosas, etc. Otras son tecnicamente impecables. Pero la sucesión de una veintena de fotos borrosas y trepidadas, con un buen pie de foto, describe al detalle la clandestinidad de las pateras en el golfo de Adén.
Un abrazo desde el corazón de Asia Central.