Cómo escribir sobre África
Archivado en: África, Periodismo, Binyavanga Wainaina
En la revista Africana Noticias, editada por la Fundación Sur, encuentro un texto del escritor keniano Binyavanga Wainaina. El texto, "Cómo escribir sobre África", fue publicado en el número 92 de la revista Granta y ha sido traducido por Aurora Moreno. Aquí van unos extractos:
"Nunca pongas la imagen de un africano de clase media en la portada de tu libro, ni dentro, a no ser que haya ganado un premio Nobel. Un AK-47, costillas prominentes, pechos desnudos: utiliza éstas. Si tienes que incluir a un africano, asegúrate de que consigues a uno vestido con ropas zulúes o masais.
En tu texto, trata a África como si fuera un solo país. Hace calor y es polvoriento, lleno de praderas onduladas y enormes manadas de animales junto a gentes altas, delgadas, famélicas. También puede ser caluroso y húmedo, con gente muy pequeña que come primates. No te enredes con detalles y descripciones precisas. África es grande: 54 países y 900 millones de personas que están demasiado ocupadas pasando hambre, muriendo, guerreando y emigrando para leer tu libro. (...)
Asegúrate de que muestras cómo los africanos tienen la música y el ritmo profundamente arraigados en sus almas y comen cosas que ningún otro humano come. No menciones el arroz, la ternera o el trigo; el cerebro de mono es el preferido en la cocina africana, junto a la cabra, la serpiente, los gusanos, las larvas y todo tipo de carne de caza. En tu texto, muestra cómo fuiste capaz de comer dicha carne sin estremecerte y, por supuesto, describe cómo aprendiste a apreciarlo, porque África te importa.
Temas tabú: escenas ordinarias de la vida cotidiana, amor entre africanos, referencia a escritores africanos o intelectuales, la mención de niños que van al colegio y no sufren virus ni ébola ni mutilación genital femenina. (...)
Entre los personajes no puede faltar la África Hambrienta, que vaga por el campo de refugiados prácticamente desnuda y espera la benevolencia de Occidente. Sus hijos tienen moscas alrededor de los ojos y tripas hinchadas. Sus pechos están planos y vacíos. Debe aparecer como una mujer completamente indefensa. No debe tener ni pasado ni historia; estas pequeñas diversiones arruinan el dramatismo del momento. Los gemidos y las quejas son buenos. Nunca debe contar nada acerca de ella misma, excepto para hablar de su (indescriptible) sufrimiento.
Incluye también una adorable mujer con aspecto maternal que tiene una risa contagiosa y que se preoocupa por ti. Simplemente llámala Mama. Sus hijos son todos delincuentes.
Estos personajes deben revolotear alrededor de tu héroe principal, sirviendo para su lucimiento personal. Tu héroe puede enseñarles, bañarlos, alimentarlos; lleva a cuestas montones de niños y ha visto de cerca la Muerte. (...)
Entre los que hacen el papel de malo de los occidentales, incluye a los ministros de los gabinetes tory, a los afrikáner y a los empleados del Banco Mundial. Cuando hables de la explotación de África por los extranjeros, menciona a los comerciantes chinos e indios. Culpa a Occidente por la situación de África pero no seas demasiado específico.
Hablar generalizando es bueno. Evita que los personajes africanos se rían o luchen para educar a sus hijos. O mejor, simplemente evita representarlos en circunstancias mundanas. Los personajes africanos deben ser coloridos, exóticos, más grandes que la vida, pero vacíos por dentro, sin diálogo, sin conflictos o resoluciones en sus historias, sin profundidad o rarezas que confundan la causa.
Describe en detalle los pechos desnudos (jóvenes, viejos, recientemente violados, grandes, pequeños) o genitales mutilados. O cualquier tipo de genitales. Y cadáveres. O, mejor, cadáveres desnudos. Especialmente, cadáveres desnudos pudriéndose.
Recuerda: cualquier trabajo en el que la gente aparezca mugrienta y miserable será alabado como la "África real", y eso es precisamente lo que tú quieres que ponga en la contraportada de tu libro. No sientas malestar por esto: estás intentando ayudarles para conseguir ayuda de Occidente. (...)
Cuando escribas sobre la difícil situación de la flora y la fauna, menciona que África está sobrepoblada. En cambio, cuando tu protagonista se encuentre en un desierto o una jungla viviendo con nativos, está permitido mencionar que África ha sido gravemente despoblada por las Guerras y el Sida (usa mayúsculas).
Para ir terminando, siempre necesitarás un club nocturno llamado Tropicana, donde mercenarios, diabólicos nuevos ricos africanos, prostitutas, guerrilleros y expatriados salen juntos por las noches.
Termina tu libro siempre citando a Nelson Mandela diciendo algo acerca del arcoiris y renacimientos. Porque a ti te importa África".
Publicado el 27 de enero de 2010 a las 10:15.